Cuando te encuentres congestionada, con dolor de garganta, si sientes que estás incubando una gripe, este remedio es mágico:
Necesitas Jengibre fresco, cortado en laminas finas.
Ponlo en Agua hirviendo (mineral o filtrada) déjalo cocer a Fuego lento hasta que suelte todo su jugo.
Cuando tenga un color de un amarillo vivo como el Sol, retíralo del Fuego y sírvete una gran taza, añadiendo una cucharada sopera de Miel y el jugo recién exprimido de un Limón.
Trata de tomarlo lo más caliente que puedas y a sorbitos, durante todo el día. Prepara las tazas que sean necesarias hasta irte a dormir.
Recuerda pequeños sorbos a menudo y muy caliente.
Al día siguiente, te encontrarás mucho mejor.
